Aupa txabales!
Ya estamos en Italia, coincidiendo con la primera parte de la aventura balcánica. Llegamos el domingo a la noche, tras un largo viaje de 15 horas y unos 1300km, atasco en Genova incluido.
Italia es un pais fascinante que conozco muy bien, pero no puedo evitar flipar cada dia con el estilo de vida italiano y lo mal que conducen, que esta siendo la nota predominante de esta fase del viaje.
Tras llegar a Minucciano, un pequeño pueblo ubicado en los Alpes Apuanos (Toscana) nos tocó dormir en el coche de mala manera. Nuestra intención era subir el pizzo del uccello el dia siguiente, pero a los 20 minutos de marcha, nos dimos cuenta que nuestro cansancio era grande y decidimos darnos la vuelta, motivados tambien por el asma que arrastra Nerea, mi dolor de cabeza y el infame ruido de las escavadoras que agujerean las paredes sur del Uccello. Los Alpes Apuanos son montañas maravillosas, pero el hambre de dinero del ser humano es capaz de todo. Son tantas las canteras que hay en los Apuanos, que es imposible caminar traquilo un dia "entre semana".
Tras la fallida ascensión, pasamos al plan B: una ruta turística por los lagos apuanos: vagli, isola santa, etc. Sin olvidar la impresionante pared norte del Uccello, 700 metros de pared vertical patrimonio de la UNESCO. Y hay veces que una imagen de una montaña vale más que la propia ascensión.
Esta fue la primera de las actividades que realizamos, además de un rally por la sinuosas montañas apuanas, en busca de la cartera que olvidamos en un bar de Minucciano, que gracias a dios estaba en el mismo lugar y se nos fue amablemente devuelta por la dueña del negocio. Menos mal, que sino igual estabamos de vuelta en casa.
A la tarde viaje a Bologna, donde nos esperaba la ospitalidad de Fabio y Michela, y donde por fin hemos descansado un poco antes de emprender el viaje hacia Croacia.
Tras dormir a pie suelto, al menos Nerea (ya que yo estuve con un colega de Bolonia etxando unos cacharros hasta las 2h. de la madrugada) hoy nos hemos levantado para ir al Apenino.
El Apenino se ubica parcialmente en la provincia de Bologna y el techo provincial Corno alle scale, ya lo conocia, asi que hemos aprovechado para ascender al Monte Cimone (2165m), punto culminante de la región y del appeninno tosco-emiliano. La ascension al Cimone es una ascensión muy sencilla, por camino siempre balizado y que supera un desnivel de unos 600 metros, lo que hace que haya sido un dia agradable, aunque al final, las horas de coche estan empezando a pasar factura. Además hemos visto el Lago della Ninfa, ubicado en un entorno privilegiado. Los apeninos son un lugar agradable que mantiene muy vivas sus tradiciones y es gratificante sentir la amabilidad de sus gentes. Sus montañas son únicas, con una orografia muy amable que hace que las ascensiones en condiones estivales no presenten dificultades tecnica reseñables, al menos por sus vias normales.
Tras esta preciosa jornada toca descansar. Mañana iremos hacia Pula para ver un parque natural y disfrutar un poco de la preciosa costa dálmata, en el corazón de Istria. Alli y entonces comenzará la verdadera aventura Balcánica.
PD- colgaré fotos más adelante
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