blk 2011: Prokletije

domingo, octubre 16, 2011


Nuestra aventura empezo hace una semana y ya hemos recorrido gran parte de los balcanes, de manera rápida pero exprimiendo el tiempo al maximo: Alpes apuanos, apeninos (Italia), Pula y costa Dálmata, la visita a Krajina y el monte Dinara y hasta el fiordo mas meridional de europa: Kotor. Hemos hecho algo de senderismo en Kotor, para disfrutar de unas privilegiadas vistas al fiordo, que ayer vimos como ardia pasto de un incendio forestal.

Hoy hemos pasado el dia en Albania, conduciendo por sus maltrechas pistas (que no llegan ni a carretera) y ha sido un enorme "shock" conocer este asombroso pais. Pero de vuelta a Montenegro, por fin estamos en Prokletije o Alpes Albaneses, durmiendo en un modesto bungalow a las orillas del Lago de Plav (Plavska Jazera).

De momento y los mas sorprendente de este viaje me ha parecido nuestra visitar a Krajina, sin olvidar el espantoso mal rato que hemos pasado por las carreteras albanesas. Krajina es un mundo aparte. Esta región croata que en epoca yugoslava era mayoritariamente de etnia serbia (unida a gitanos, croatas, musulmanes, albaneses, macedonios y mas etnias) fue literalmente limpiada por las hordas croatas. Sus habitantes no croatas fueron expulsados o asesinados. Krajina se mantuvo leal al gobierno yugoslavo tras la independencia de Croacia en el 91, pero en el 95 fueron expulsados y/o asesinados por el gobierno de Zagreb lo cual ha provocado miles de muertos y unos 150.000 serbios expulsados que jamás han vuelto a sus tierras. Me ha soprendido, andar por sus abandonados y bombardeados pueblos, pueblos sin alma y totalmente destruidos. 

Solo unos pocos ganaderos de origen serbio se mantienen en sus casas. Alli en una pequeña aldea estuvimos con gente fenomenal que nos ayudo a llegar hasta Knin. Los carteles en latino y cirilico, de una misma lengua, el serbocroata, aun se mantenian y dejaban claro que algo habia cambiado para siempre. Nuestra visita a Knin, capital de Krajina tambien fue extraña. Lejos del calor de los amables habitantes de la region, Knin era una ciudad fria con gente extraña y antisocial. Solo dos humildes personas nos ayudaron a encontrar el camino del monte Dinara. Un señor con su pose obrera dentro del mitico coche "Yugo" que nos llevo a la humilde ferreteria que frecuentaba su amigo, el capo de montaña que conocia como nadie la ascension a Dinara.

Aparte de estas personas, el ambiente en Knin era tenso. Banderas croatas y simbologia nazi acompañada de fotos de criminales de guerra adornaban una ciudad fria y oscura. La paz que durante siglos habia vivido la ciudad ya no existia. Me daba pena entenderlo asi, pero a la vez estaba contento de poder verlo y vivirlo, porque el 99% de los turistas que visitan Croacia se bañan en el mar adriatico incapaces de entender y sentir lo que una guerra provocó. No me gusta ser un simple turista que se emborracha y canta canciones de futbol como los ingleses. Para mi los balcanes son más que turismo o incluso que montaña.

Ahora estamos en Prokletije, en los Alpes Albaneses. Prokletije son unas montañas espectaculares que se alzan sobre la frontera albano-montenegrina y que abarcan parte del nuevo estado de Kosovo. Estamos en Plav, a escasos 10km de la frontera de Kosovo, pero aqui se respira una ambiente especial donde la tensión no es palpable. Parece como si Yugoslavia nunca hubiese desaparecido. Sus iglesias ortodoxas, mezquitas entre las montañas, gentes y etnias varias pasean en el ya frio invierno, donde las temperaturas apenas superan los 0 grados. Todos juntos y aparentemente sin problemas. Al llegar, un señor de Belgrado nos ha ofrecido su ayuda a encontrar un sitio donde dormir. Al final nos hemos alojado en el camping de Miroslav, un amable hostelero serbio y ortodoxo. El hecho de estar aqui para mi en un sintoma de felicidad, aunque mañana nos adentraremos en la montaña a conocer estas maravillosas montañas. Sus ya nevadas cimas y sus frios valles hacen que el mundo a nuestro alrededor se paralice. Es un lugar increible que seria imposible imaginar sin el calor de sus gentes, que no tendria sentido haber llegado hasta aqui solo para ascender unas malditas montañas. Prokletije es mucho más que eso.

Y asi, van pasando nuestro dias esperando ver a un oso pardo tan frecuente en los alpes dinaricos. Hemos abandonado las calidas playas para llegar hasta las frias montañas, pero espero que el cambio haya merecido la pena.

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